Pizza con tomates secos y rúcula – Un toque mediterráneo en tu cocina

La pizza con tomates secos y rúcula es una opción perfecta para aquellos que buscan un toque mediterráneo en sus comidas. Esta receta combina la intensidad de los tomates secos, la frescura de la rúcula y la base crujiente de una masa de pizza casera para crear un plato que es tanto ligero como lleno de sabor. Ideal para cenas en casa o para compartir con amigos, esta pizza es sencilla de preparar y se adapta a diferentes paladares. A continuación, te mostramos cómo hacerlo paso a paso.

Ingredientes

Para una pizza grande (4 personas), necesitarás:

Para la masa:

  • 300 g de harina de trigo
  • 180 ml de agua tibia
  • 1 cucharadita de levadura seca
  • 1 cucharadita de sal
  • 2 cucharadas de aceite de oliva

Para la cobertura:

  • 200 g de tomates secos en aceite
  • 150 g de mozzarella rallada o en rodajas
  • 50 g de rúcula fresca
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1 diente de ajo picado finamente
  • Sal y pimienta al gusto
  • Orégano seco (opcional)

Instrucciones de preparación

1. Preparar la masa

En un bol grande, mezcla la harina y la sal. En un vaso aparte, disuelve la levadura en el agua tibia y deja reposar durante unos 5 minutos hasta que empiece a espumar. Añade el aceite de oliva al agua con levadura y vierte la mezcla en el bol con la harina.

Amasa bien hasta obtener una masa suave y homogénea. Si está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina. Forma una bola con la masa, cúbrela con un paño húmedo y déjala reposar en un lugar cálido durante al menos una hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.

2. Preparar la base de la pizza

Una vez que la masa haya reposado, precalienta el horno a 220°C. En una superficie enharinada, extiende la masa con un rodillo hasta obtener una base fina. Colócala sobre una bandeja para hornear o una piedra para pizza, previamente engrasada con un poco de aceite de oliva.

3. Preparar la salsa de ajo y aceite

En un bol pequeño, mezcla el diente de ajo picado con las dos cucharadas de aceite de oliva. Con una brocha, esparce esta mezcla sobre la superficie de la masa de pizza. Esto le dará un sabor extra y ayudará a que la base se dore bien en el horno.

4. Añadir los ingredientes

Esparce la mozzarella sobre la base, cubriéndola de manera uniforme. Luego, corta los tomates secos en tiras y distribúyelos por toda la pizza. Si lo deseas, añade un poco de orégano seco para un toque aromático.

5. Hornear la pizza

Hornea la pizza en el horno precalentado durante unos 12-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y crujiente y el queso se haya derretido completamente. El tiempo puede variar dependiendo del grosor de la masa y del tipo de horno, así que es importante vigilar la pizza.

6. Añadir la rúcula

Una vez que la pizza esté horneada, retírala del horno y distribuye la rúcula fresca por encima. La rúcula debe añadirse en el último momento para que conserve su frescura y textura crujiente. Si lo deseas, añade un chorrito de aceite de oliva extra virgen y un poco de sal y pimienta para realzar los sabores.

Consejos y variaciones

  • Añadir aceitunas: Si quieres añadir un toque salado, incorpora algunas aceitunas negras o verdes cortadas en rodajas antes de hornear la pizza. Las aceitunas combinan perfectamente con los tomates secos y la rúcula.

  • Queso de cabra: Para un sabor más intenso, puedes añadir trozos de queso de cabra desmenuzado sobre la mozzarella. Este queso le da un toque cremoso y ácido que complementa muy bien el resto de ingredientes.

  • Base de pesto: Si deseas variar la receta, sustituye la mezcla de ajo y aceite por una capa de pesto. Esto añadirá un sabor fresco y herbáceo que combina a la perfección con los tomates secos y la rúcula.

¿Por qué probar esta pizza?

La pizza con tomates secos y rúcula es un plato que se adapta a cualquier ocasión, desde una cena rápida entre semana hasta un evento especial con amigos. Su combinación de ingredientes mediterráneos no solo es deliciosa, sino que también ofrece una opción ligera y fresca. Además, preparar la pizza en casa te permite personalizarla a tu gusto y disfrutar de una experiencia culinaria auténtica.

Sugerencias de presentación

Para una presentación elegante, sirve la pizza en una tabla de madera y decora con hojas de albahaca fresca. Acompaña con una ensalada de hojas verdes o un poco de pan de ajo para completar la comida. Si estás organizando una reunión, corta la pizza en trozos pequeños y sírvela como aperitivo.

Conservación y almacenamiento

Si sobra pizza, puedes guardarla en un recipiente hermético en la nevera durante 1-2 días. Para recalentarlas, utiliza el horno a baja temperatura durante unos 5 minutos para que la base vuelva a estar crujiente. Evita el microondas, ya que puede hacer que la masa pierda su textura.

La pizza con tomates secos y rúcula es una receta que combina lo mejor de los sabores mediterráneos en un formato crujiente y delicioso. Perfecta para cualquier ocasión, esta pizza es una forma sencilla de disfrutar de ingredientes frescos y naturales en casa. Anímate a probar esta receta y disfruta de un pedacito de Italia en tu mesa. ¡Buen provecho!

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